Blue Velvet

La Película de 1986 Blue Velvet, que lo catapultó al éxito mundial, es una obra muy interesante que aparenta normalidad pero al ser analizada refleja muchas cosas. Esta película es considerada un clásico y a pesar de muchas críticas en contra se reconoce la excelente mano de Lynch.
La Trama se centra en Jeffrey quien descubre una oreja humana entre la hierba. En un inicio acude a la policía pero luego comienza a interesante más de la cuenta en el asunto, lo que lo lleva a investigar por su cuenta involucrando a la vez a Sandy (la hija del detective). Lo que el no esperaba es encontrarse un mundo totalmente sorprendente y bizarro debajo de la aparentemente normal vida de una cantante de bar. Eso lo lleva a vivir muchas situaciones extrañas características de las producciones de Lynch, e incluso a arriesgar su propia vida.
El aspecto técnico es realmente espectacular. Sobre todo en lo referente a la fotografía, el uso de los contrastes fuertes de colores sobre todo al inicio y al final de la película, con tomas del cielo y flores, etc. En lo referente al guión, se puede apreciar mucho de Lynch. A pesar de se una historia que posee un hilo conductor y una estructura tradicional, no se puede esperar de ella coherencia. Ya que el estilo de Lynch es explorar situaciones y desenlaces absurdos y abstractos, dejando muchas cosas fuera de contexto e inconclusas. La historia no tiene en si nada extraordinario salvo los momentos, diálogos y situaciones carentes de sentido que ya he mencionado. Las actuaciones por su parte son convicentes y se ajustan a lo bizarro de la película. Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini y Dennis Hopper realizan actuaciones impresionantes donde sus personajes poseen una profundidad que el espactador debe concentrarse en buscar.
En conclusión, Blue Velvet es una clásica película de Lynch muy buena en muchos aspectos e incomprendida en otros, realmente una de las grandes produciiones de cine moderno, hasta cierto punto suave si es que uno la compara con Erasehead pero fuerte por si misma, claro esta, con mucha exigencia al espectador. Es de esas películas necesarias de ver, con una musicalización espectacular como Lynch acostumbra y un sinnúmero de cuestionamientos, incoherencias que dejan a cualquiera dando vueltas en la película una y otra vez.